En este espacio se compila el trabajo desarrollado por los participantes en la asignatura de libre elección Caminar Barcelona

04 marzo 2007

donostia. puerto y mercado

ATZOKO DONOSTIA (LA SAN SEBASTIAN DEL AYER)
Dunixi Azkue 1929

SE TRATA DE UN PEQUEÑO FRAGMENTO DONDE UN INDIANO (LA PERSONA QUE PARTÍA HACIA AMERICA A HACER DINERO A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX) QUE VUELVE A SU CIUDAD NATAL Y CUENTA LA DONOSTIA QUE RECUERDA DE SU INFANCIA, COMPARA LO QUE ES Y LO QUE ERA (LO QUE MANTENIA ENTRE SUS RECUERDOS). ES UNA BONITA FORMA DE ENTENDER LA CIUDAD; DESDE EL PUNTO DE VISTA DE ALGUIEN NACIDO ALLI, UNA PERSONA QUE CONOCE LA CIUDAD PERFECTAMENTE, PERO QUE AL AUSENTARSO UNA TEMPORADA TODO CAMBIA Y TODO ES COMPORADA CON UNOS VAGOS RECUERDOS QUE FLOTAN EN SU MENTE.

"bretxa" (el mercado)
Lugar cálido soleado. Un campo abierto de gente, alegre y lleno de ruido, este es una verdadera plaza de vendedores, en una época. En la Roma antigua , supongo que las reuniones post-baños y post-actos religiosos serían parecidos. Como allí aquí, el ir y venir y la concentración, trato y admiración, gritos y actividad.
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Al resguardo de la vieja pared, se asomaba un cesto. Junto a éste, un paraguas grande rojo abierto, contra la pared, y debajo, Gomez, el reparador de paraguas y su tallercito. A continuación, el local del veterinario Etxebeste, y más adelante, el famoso hostal de Santerone.
Observad la imagen de aquel maravilloso hostal, con el sol de lleno. No sería del nivel del "continental", pero sí que tenía, en mi época infantil, su propia parroquia especial. "posada del Aragón y Tienda", se llamaba durante el fin de semana y colgando de sus ventanas se encontraban expuestos los manojos de pimientos rojos secándose al sol. No hay duda que no serían los parroquianos de Abaltzizketa quienes iban a tomar el cafe , la sopa y el cigarro allí por tres duros.
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"kaia" (el puerto)
Ser hijo de Donostia y que no te guste el mar es todo uno. Nunca se me ha ocurrido que esto no tenga que ser así, y por ello, siendo el puerto el corazo´n y la colina de la costa donostiarra, a este lugar le tengo, desde niño, un amor secreto y querido. Y como yo, claro, todos los demás. Aun no siendo de la costa, viviendo en la otra parte del pueblo, el que es donostiarra de verdad. en sus ratos libres (lavorables o festivos) no terminará sin pasar por el puerto...
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Otra vez, Periko, ha zarpado con los tres madrileños para Santa Clara. Se los ha llevado. Los ha dejado. Ha vuelto al puerto, y luego, a la hora concertada, ha vuelto a por ellos. UN hombre y dos mujeres eran ellos.