El otro día mi madre me preguntaba "porqué los jóvenes veis tanto atractivo en Ciutat Vella?". No podía entender que su generación y la de sus padres huyera de la antigua ciudad emmurallda y nosotros estubiéramos dispuestos a pagar mas para poder vivir ahí.
No podía entender que, cuando ella era una niña, CV estubiera en mucho mejor estado de como está ahora y fuera rechazada y, la mayoría de jóvenes de hoy, apreciáramos CV como ninguna otra parte de BCN.
No podía entender que antes fuera señal de prestigio poder escaparse de CV i, ahora, (exceptuando algunas zonas) la distinción social viniera dada por tener un pisito en el Raval.
Yo le dije "CV tiene un encanto especial". Le hablé de la história que se veía implicita en muchos rincones de CV; de las calles laberínticas en que la luz va entrando de distintas formas y que nunca sabes lo que te encontrarás al girar la esquina siguiente; de la falta de coches (por lo menos falta de atascos) y la presencia de grupos de gente de todas edades, niños y viejos, jugando, paseando, leyendo,... ; de la escala humana de sus calles y edificios; de ...
Aún así, no logré convencerla. No cambiaría jamás un piso en Sant Gervasi (por ejemplo) por una en CV.
Luego, ya a solas, empecé a plantearme como podía ser que, si mi madre me ha educado a mi, tengamos criterios tan distintos en este sentido. Quién ha hecho que los barcelonenses vuelvan a CV?
Lo único que pude pensar es que es un circulo cerrado: nuestros abuelos y bisabuelos se cansaron de vivir comprimidos entre calles estrechas (aunque con muchos otros valores) y, nosotros, nos hemos hartado de vivir en cómodas calles anchas (con sus ventajas, por supuesto). No lo sé, quizás nuestros bisnietos vuelvan a despreciar el casco antiguo de la ciudad que nosotros tanto queremos y disfrutamos.
En este espacio se compila el trabajo desarrollado por los participantes en la asignatura de libre elección Caminar Barcelona
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