« Entonces se presentó la visión de una gran ciudad, de una monstruosa ciudad mas poblada que algunos continentes e indiferente gracias a su artificial poder a las sonrisas o escalofríos de los cielos: una cruel devoradora de la luz del universo. Allí había espacio suficiente para situar cualquier historia, la profundidad necesaria para cualquier pasión, toda la variedad posible para cualquier escenario, la bastante oscuridad como para enterrar cinco millones de vidas. De manera irresistible la cuidad se convirtió en el fundamento del siguiente periodo de profundas e intencionadas ensoñaciones. Interminables vistas se abrían ante mi en diversas direcciones. Se precisaran años para encontrar el camino correcto. »
The Secret Agent, Jospeh Conrad
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