Personalmente conocía únicamente el barrio de Sans por la gran estación de tren y metro, y la zona inmediatamente contigua a ella. Allí es todo bullicio, y no se siente para nada el encanto del barrio en si; existe un gran contraste una vez te inmiscuyes por las calles típicas de la zona. Así lo que me llamó más la atención era la cantidad de gente que vivía allí y que se movía por las calles. Unas calles llenas de vida, donde se respira un ambiente totalmente de barrio: no es como el eixample que es mucho más impersonal, sino que se nota que la gente pertenece a ese mundo desde siempre.
La verdad es que me quedé muy sorprendida y creo que merecería la pena pasar allí alguna temporada larga.
En este espacio se compila el trabajo desarrollado por los participantes en la asignatura de libre elección Caminar Barcelona
18 junio 2007
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