En este espacio se compila el trabajo desarrollado por los participantes en la asignatura de libre elección Caminar Barcelona

20 junio 2007

trabajo final: De puente a puente, tiro y sigo la corriente

Jacint Verdaguer, el Príncipe de los Poetas Catalanes, interpretó Barcelona de río a río. Màrius Sampere dedicó unos versos al Besós en Balada de Déu, el riu i la mar. Nosotras, menos líricas, paseamos dicho límite hidrográfico, dejándonos llevar por la corriente y el azar.
Iniciamos el recorrido en uno de los puentes más transcurridos del riachuelo, frontera entre Santa Coloma de Gramenet y Barcelona. Pasarela que al igual que el resto, nos da entrada a la ciudad capital. Atravesamos puentes como elementos imprescindibles de acceso y paso de un lugar a otro, nexos que permiten relación e intercambio entre personas. Estructuras efímeras, independientes del entorno, que nos ofrecen visiones muy diferentes de la ciudad al cruzarlas…siempre perenne y como si de una obra de teatro tratara la urbanita, el particular horizonte barcelonés como telón de fondo.
Y de puente a puente, guiadas por la casualidad, recorremos la Barcelona menos guapa. Un límite descuidado, desintegrado urbanísticamente, ausente de fachada. Protagonista: el río Besós, que etiquetado hace unos años cómo alcantarilla, dejó atrás el segundo puesto en el ranking del río más contaminado de Europa tras su depuración.
Durante el itinerario, descubrimos una Barcelona estridente y silenciosa, donde la molestia por cercanía de la autopista, es compensada por aquellos tramos olvidados, vacíos, sigilosos…quizás por temerarios. “Verde y gris”; pues conviven en armonía gran variedad de flora seca y fauna parásita con fábricas e industrias teletransportadas de finales del siglo XVIII. Aromática en su mayor parte, se transformará en apestosa insoportable tras el efecto de una incineradora de residuos y unas plantas termoeléctricas. Tramo divertido por la ignorancia de la aventura que nos depara, será sorprendido por los obstáculos más inconcebibles haciéndolo así un tanto arriesgado, en el que perezoso y amante del ejercicio, compartirán paseo, río y puente.
Y tras esta aventura pintoresca y discontinua, como todo viaje debe llegar a su fin. Nuestro desenlace, un tanto trágico, se produce en la desembocadura del río. Allí agoniza, fusiona con el mar, cambia su color, sazona su sabor….
¿Y que puente podrá ahora sobrevolarlo para que podamos atravesarlo?
Ninguno
Ya no hay más río, ni más puentes…pero la corriente sigue…
¿te vienes?



sentimos la calidad del video y el retraso.
Maria Andorra
Maria London
Marta Tarragona

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