Yo vengo de las montañas, me gusta presentarme así, aún que demasiado a menudo Andorra no se da cuenta del patrimonio natural que posee.
Sin universidades en el pequeño país, tuve que escoger entre Francia y España y no dudé en ir a Barcelona. Barcelona era para mí un lugar más próximo y atractivo que cualquier otra ciudad de Francia. Por un lado jugaba a mi favor el uso de mi lengua, el hecho de que casi todos mis amigos escogieran también estudiar en Barcelona, la cultura catalana en general igual a la mía, la proximidad…y sobre todo el atractivo de la diversidad y mezcla cultural. Era cómo un salto, una etapa más en la vida. Pero aún conociendo la ciudad me causaba cierto miedo y respeto, acostumbrada a vivir en Andorra
Barcelona es para mí un mundillo para descubrir. Pero me da pena y vergüenza confesar que después de cuatro años en la ciudad, me he quedado recluida en mi zona universitaria. Pretendo acabar con eso, descubrir todos los rincones, las historias, el pasado y el presente, el porqué, el cuándo… para entender dónde estoy viviendo.
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